Hay momentos en los que la vida te obliga a afrontar retos que nunca imaginaste o soñaste. Unos salen bien, otros te dejan un sabor agridulce y de otros, era mejor no vivir la experiencia.
Empecé trabajando en el ámbito sanitario, pero todo se torció cuando se me diagnosticó una enfermedad rara llamada distonía cervical. Es un trastorno del movimiento que se caracteriza por contracciones involuntarias de los músculos, dando lugar a que la cabeza se incline hacia un lado o hacia atrás o delante.
Acabé recalando y conociendo desde dentro el movimiento asociativo. Y ahí empezó una aventura: realizar una newsletter sin tener la menor idea. Luego, empecé a llevar Facebook e Instagram.
En junio de 2021, tuve que tomar una decisión muy dolorosa: sacrificar a una gata que era muy especial para mí. Desde entonces, los gatos están muy presentes en mi día a día.
Aunque este blog no sólo va a ir de gatos, ya que si algo me ha enseñado la distonía cervical es que cada día es un mundo.
¿ Y por qué "La colina de"? Por dos razones: es sinónimo de mi apellido (Otero) y es una de las sustancias químicas que forman el neurotransmisor "acetilcolina", encargado de dar la orden a los músculos para que se contraiga.
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